Tarjetas de crédito: ¿Cuándo prescribe una deuda?
Si caíste en impago con tu tarjeta de crédito y no tienes los medios económicos para hacer frente a la situación, puedes ser presa fácil de la angustia. Y, en lugar de buscar negociar quitar la deuda, intentarás conocer cuándo prescribe una deuda, con la esperanza de que esa sea la solución a tu problema.
Pero poner tus esperanzas en esta alternativa puede no ser lo más adecuado. Si al consultar tus deudas corroboras que la situación se salió de tu control, porque son muchas y se han vuelto impagables, es hora de ponerte en manos expertas que te puedan ayudar a refinanciar la deuda o a iniciar un proceso de reunificación de deudas para sanar tus finanzas.
La reunificación de deudas en casos difíciles, como cuando caíste en impago con una o varias tarjetas de crédito, es una alternativa que te ayudará a enfrentar el problema de raíz. Y es que muchos se aferran a esperar que llegue el momento de la prescripción de deudas, confiados en que así podrán decirle adiós fácilmente a esa serie de deudas que les quita el sueño.
No obstante, debes saber que el solo hecho de que las financieras ejerzan su derecho de cobro de deudas te alejará de la posibilidad de que puedas aprovecharte del plazo de prescripción. Así que lo más sensato será siempre buscar asesoría especializada que te indique cómo negociar con un banco una deuda, y mucho más aún, cómo negociar la deuda de una tarjeta de crédito.
En las líneas que sigues, podrás conocer por qué negociar deudas y reunificar deudas es una opción más viable que dejar correr los compromisos adquiridos con tarjetas de crédito válidas, tarjetas de crédito online o cualquier tipo de instrumento.
El uso de las tarjetas de crédito genera una serie de intereses a tener en cuenta. Te contamos cuándo prescribe una deuda.
Te mostramos cómo dejar de acumular deudas sin que tengas que optar a una refinanciación.
Diferencia entre caducidad y prescripción de deudas
Antes de entrar en materia específica sobre cuándo prescribe una deuda bancaria, o en concreto, cuándo prescriben las deudas de tarjetas de crédito en España, es fundamental conocer cuál es la diferencia entre caducidad y prescripción de deudas.
Estos términos suelen confundirse y usarse como equivalentes, aunque no signifiquen lo mismo. Ciertamente, para cualquier persona no especializada en leyes resulta difícil diferenciarlos.
No obstante, la prescripción tiene que ver con la consolidación o extinción de un derecho por el paso del tiempo. Mientras que la caducidad se limita solo a la extinción del derecho por el tiempo concedido para su ejercicio.
En el caso específico de las deudas, la diferencia radica en que con la caducidad se agota el derecho del acreedor por no ejercitarlo en el período previsto legalmente, mientras que en el caso de la prescripción, aunque el acreedor pierde de igual forma su derecho si no lo ejercita en determinado plazo, si se produce una reclamación de la deuda (de forma judicial o extrajudicial) se puede interrumpir el plazo de prescripción, por lo que volverá a contar desde el principio.
Un ejemplo para describir lo anterior: supongamos que una persona contrajo una deuda con un plazo de prescripción de 5 años. Y, cuando han transcurrido unos 3 años, el acreedor envía un burofax para ejercer su derecho al cobro. Desde ese mismo momento, se comenzará a contar otra vez el plazo de 5 años.
Por eso, cuando nos hacemos preguntas del tipo cuándo prescribe una deuda con una financiera, la respuesta podría ser… ¡nunca! Si nos basamos en el ejemplo anterior, una deuda con plazo de prescripción podría no extinguirse si el acreedor reclama periódicamente para no perder su derecho.
Sobre este punto, es importante aclarar que un reconocimiento de deuda puede evitar la prescripción de la misma. Y es que según el artículo 1973 del Código Civil, hay tres fórmulas para que se interrumpa la prescripción de las acciones: por reclamaciones judiciales o extrajudiciales y por cualquier acto de reconocimiento de deuda de quien la contrajo.
Como se puede observar, resulta un tanto complicado que un acreedor pierda su derecho de reclamar la deuda. Hasta último momento podrá iniciar un proceso de reclamación y estaremos envueltos en líos judiciales cuando lo haga. Por tanto, ni siquiera tiene sentido hacerse la pregunta de cuándo prescribe una deuda con hacienda, con la intención de evaluar esa alternativa como recurso de solución.
La obligación de pagar a la Agencia Tributaria prescribe a los cuatro años. Sin embargo, y como es de suponer, obviamente este organismo no va a permitir eso. Al poco tiempo de que caigas en impago, te enviarán una notificación para recordarte que tienes una deuda con hacienda, te reclamarán el pago o sencillamente te cargarán la cantidad a tu cuenta corriente.
Lo mismo ocurre en el caso de quienes se interesan por conocer cuándo prescribe una deuda en Asnef y ponen sus esperanzas en esa posibilidad. La ley exige que Asnef elimine la información incluida en los ficheros transcurridos 6 años, pero mientras pase ese tiempo, será muy difícil para ti acceder a cualquier financiación. Además, que tu información salga de la lista de morosos no significará que tu deuda se extinga. Así que la mejor opción será optar por una reunificación de deudas con Asnef de modo que, tras cancelar a la o a las entidades correspondientes, ellos envíen la información a los responsables del fichero para que saquen tus datos de la lista de morosos
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¿Cuándo prescribe una deuda de tarjeta de crédito en España?
La duda más común de las personas que están agobiadas por un financiamiento o crédito con alguna entidad financiera es cuándo prescribe una deuda con el banco.
Es bastante frecuente que los tarjetahabientes tengan más de un plástico con el mismo banco, con otras entidades y que, incluso, contraten tarjetas de crédito sin cambiar de banco, debido a que estas últimas pueden obtenerlas sin ser obligados a contratar otro producto vinculado, como una cuenta corriente, o domiciliando la nómina.
La suma de diferentes productos abre la compuerta a más gastos, más deudas y más riesgos de caer en impago. Para algunos, resulta aparentemente más sencillo dejar “trabajar las leyes” para librarse de pagar las deudas, en lugar de intentar negociar la deuda con el banco para resolver un problema de fondo que crecerá como una bola de nieve.
Al hablar de prescripción de una deuda de tarjeta de crédito en España, conviene aclarar que, según la ley, el plazo es de 5 años, que se cuentan desde el mismo momento en el que se pueda exigir ese cumplimiento de la obligación. Este plazo era antes de 15 años, pero se modificó luego de la reforma del artículo 1964.2 del Código Civil en el año 2015.
Como explicamos antes, la prescripción de la deuda no significa que esta haya desaparecido, solo que se elimina el derecho que tiene el acreedor de cobrarla. Y mientras el plazo de prescripción esté vigente, este siempre tendrá el derecho de ejercer su reclamo. Es así que, si unos días antes de la prescripción de la deuda envía un burofax para exigir el cobro, se reiniciará el plazo de 5 años.
En este contexto, siempre será mejor tratar de negociar la deuda de la tarjeta de crédito y acudir a expertos financieros y jurídicos en refinanciación de deuda. Es poco probable que los bancos no ejerzan las acciones legales necesarias para reclamar el dinero que les deben. Ese no será un camino sencillo para decir adiós a tus deudas. Si ejercen acciones legales, también puedes acogerte a la LSO.
Existen muchas agencias negociadoras que te pueden ayudar en tu propósito de pagar deudas. Si contactas a los expertos financieros y jurídicos de Soluciona Mi Deuda tendrás un trato personalizado y una evaluación detallada para determinar qué tipo de refinanciación de deuda te favorece, y si en tu caso es más provechoso una reunificación de deudas con impagos o acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad.
Para tener una idea aproximada de cuánto podrías pagar por este último concepto, puedes revisar en internet algún simulador de reunificación de deudas. Allí te calcularán el importe a financiar, los meses para devolverlo y la cuota que puedes terminar pagando.
Con esta guía podrás decidir la reunificación de deudas que mejor se adapte a tu situación, y agrupar todas tus cuotas en una sola de menor cantidad.
Consejos para un uso inteligente de tarjeta de crédito
Las tarjetas de crédito y débito son instrumentos de pago necesarios para nuestro día a día, que simplifican nuestras operaciones financieras y están revestidos de muchas ventajas, siempre que hagamos un uso adecuado de ellos.
Por eso, te dejamos una serie de consejos para el uso inteligente de los diferentes tipos de tarjetas bancarias:
Adiós emoción, más planificación: muchos expertos financieros creen que nos metemos en problemas cuando involucramos las emociones en el manejo de estos plásticos. Recuerda siempre que la tarjeta de crédito no te ofrece dinero extra, sino anticipado. Y si gastas por encima de lo que puedes pagar, se convertirá en un problema.
Elige la tarjeta de crédito adaptada a tu capacidad de pago: Muchas personas solicitan tarjetas de crédito con límites de créditos tan altos que, al final, no tienen cómo pagar. Encuentra el equilibrio entre el crédito que necesitas y el monto mensual que puedes pagar.
-Utilízala lejos de la fecha de corte: De esta forma, tendrás más chance de ajustar tus finanzas, organizar tus cuentas y evitar caer en retrasos.
Pagar antes de la fecha de vencimiento: Si mantienes este hábito, evitarás que se te apliquen comisiones de recargo.
-No pagues solo el mínimo: Esto hará a la larga más grande tu deuda por concepto de intereses. Si no se trata de una compra hecha a meses sin intereses, en cuando llegue tu estado de cuenta, paga o liquida el total de las deudas que te pueden causar problemas.
-Evita tener múltiples tarjetas: No eleves el riesgo de endeudarte grandemente con distintas líneas de créditos abiertas. Aunque no las uses, tendrás gastos fijos que cubrir, como los asociados a manejos de cuenta o anualidad. Los expertos en educación financiera recomiendan tener hasta dos tarjetas de crédito: una con un monto amplio y otra que sea solo para gastos imprevistos. Quizá es buen momento para deshacerte de aquellas que te sobran y solo traen más gastos.
-Negocia las deudas en impago: Si los consejos anteriores llegaron tarde, no todo está perdido. Siempre es posible acudir a expertos como los de Soluciona Mi Deuda, que te podrán ayudar en el proceso de refinanciación de deuda de tu tarjeta de crédito y a la reunificación de deudas con impagos. Además de acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad. Te representamos ante los acreedores para lograr condiciones ventajosas de pago y te garantizamos que te despedirás finalmente de esa deuda si nos permites trabajar en tu caso.
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