Las herencias en España son un proceso legal y administrativo que se inicia tras el fallecimiento de una persona y que implica la transferencia de sus bienes y propiedades a sus herederos legales. Aunque este proceso puede ser emocionalmente complicado, es esencial entender cómo funciona para garantizar que se respeten los deseos del fallecido y se cumplan las obligaciones legales según lo establecido en la Ley de Herencias.
Además, ser beneficiario de una herencia está comúnmente relacionado con recibir bienes tanto económicos como inmobiliarios, sin embargo, también puede incluir deudas. En este punto, debe valorarse aceptar o rechazar la herencia.
En este artículo, hablamos sobre cómo se hace el reparto de una herencia y las implicaciones de la aceptación o rechazo de las herencias, teniendo en consideración la Ley de Sucesiones vigente en nuestro país.
Si vas a recibir una herencia, quédate leyendo para conocer cómo actuar de la forma más conveniente para ti. ¡Vamos allá!
En esta guía te descubriremos como negociar las deudas para que pagues menos por ellas.
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Cómo se hace el reparto de una herencia
Al fallecer una persona, se inicia todo un proceso burocrático relacionado con el reparto de su herencia.
En primer lugar, se debe solicitar el Certificado Literal de Defunción en el Registro Civil y, una vez lo tengamos, se podrá pedir el Certificado de Últimas Voluntades en el Ministerio de Justicia -modelo 790-.
En este punto pueden darse dos situaciones dependiendo si el fallecido ha dejado o no testamento.
- Cuando existe testamento, tendrá que solicitarse al notario que figura en el Certificado de Últimas Voluntades.
- Cuando no existe un testamento que especifique cómo se deben distribuir los bienes, se aplica la Ley de Sucesiones y Donaciones. En este caso, se establece un orden de prioridad para los herederos legales. Por lo general, los descendientes más cercanos, como los hijos, serán los primeros en heredar. Si no hay descendientes directos, el cónyuge y otros parientes pueden tener derechos hereditarios, siguiendo un orden establecido por la ley.
Una vez hecho el reparto, será necesario conocer los impuestos que se pagan en una herencia, por ejemplo, convendría saber cuánto se paga a Hacienda por un piso heredado. Eso sí, éstos varían en función de la Comunidad Autónoma y por norma general, los herederos tienen un plazo de 6 meses tras el fallecimiento para abonarlos.
Por supuesto, será necesario llevar a cabo la distribución de los activos entre los herederos. Si existe consenso entre ellos, este reparto se efectuará a través de un notario, mediante una escritura pública de división y adjudicación. En caso de desacuerdo, se requerirá la intervención de un tribunal, a menos que se cumplan las condiciones excepcionales establecidas en la Ley de Jurisdicción Voluntaria del 2 de julio de 2015, en cuyo caso se podrá realizar la división ante un notario.
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Las implicaciones de la aceptación o rechazo de las herencias
En los últimos años, la posibilidad de aceptar o rechazar una herencia se ha vuelto relevante a consecuencia de las diferentes crisis económicas vividas en España. Tras ellas, han aumentado significativamente las renuncias por no poder afrontar los impuestos o porque la herencia incluye más pasivos que beneficios.
Aceptar una herencia implica asumir tanto los activos como las deudas del fallecido, lo que puede tener consecuencias económicas significativas. Por otro lado, rechazar una herencia significa renunciar a los activos y las deudas, lo que puede ser una opción financiera adecuada en ciertos casos pero que también puede suponer la pérdida de ciertos bienes de alto valor sentimental.
Lógicamente, si las deudas superan el valor de los activos heredados, puede ser más conveniente renunciar a la herencia. No obstante, esta decisión es completamente personal. Durante las diferentes crisis, muchas personas fallecieron con deudas pendientes, las cuales pasan a ser responsabilidad de sus herederos cuando aceptan recibir la herencia. En otras palabras, implica que el o los herederos deberán pagar las deudas respondiendo con su patrimonio personal.
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En el caso de renunciar a una herencia de manera pura y simple, se debe acudir a un notario y formalizar la renuncia.
Un cuestionamiento frecuente es qué sucede con la parte de la herencia si se renuncia a ella. La respuesta depende de lo que se indique en el testamento. Si el fallecido designó que los derechos sucesorios pasaran a otro miembro de la familia en caso de renuncia, esos familiares serán los herederos potenciales, y ellos decidirán si desean aceptar o rechazar la herencia.
Si hay un testamento pero no se ha contemplado esta posibilidad, la renuncia simple de la herencia hará que la porción del heredero renunciante se distribuya entre los demás herederos. En resumen, si no hay testamento y el heredero más próximo renuncia, los parientes del siguiente grado serán los beneficiarios. Por lo tanto, si, por ejemplo, el abuelo fallece y se trata de evitar que las deudas afecten a los descendientes, tanto los hijos como los nietos deberán renunciar a la herencia. Si los nietos son menores de edad, sus padres requerirán autorización judicial para renunciar a su nombre.
En lugar de renunciar a la herencia, el código civil recoge la posibilidad de aceptar la herencia a beneficio de inventario, lo que significa que el heredero sólo responderá de las deudas heredadas con los activos de la herencia misma. También se trata de una decisión que debe formalizarse ante notario.
Aunque esta última opción pueda parecer la más conveniente, sugerimos asesorarte con expertos en derecho financiero y legal sobre las deudas heredades ya que cabría la posibilidad de aceptarlas y recuperar dinero por ellas cuando tuvieran condiciones usurarias y abusivas aplicadas.
En Soluciona Mi Deuda nos dedicamos a la resolución de deudas a través de la negociación amistosa, la reclamación judicial y la Ley de la Segunda Oportunidad. Tratamos cada caso de forma personalizada y adaptada a la situación. Por lo que, si heredas deudas, las analizaremos de manera individualizada y te propondremos la mejor forma de liquidarlas sin que tengas que rechazar a parte de los bienes heredados.
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Preguntas frecuentes sobre la Ley de Herencias
¿Qué hijos tienen derecho a una herencia?
En España, la ley otorga derechos de herencia a los descendientes, cónyuges y ascendientes del fallecido. Los hijos tienen un derecho legal a heredar de sus padres, así como los cónyuges tienen derechos hereditarios entre sí. Los nietos y otros parientes más distantes también pueden heredar, aunque en un orden de prioridad específico.
¿Cómo se reparte la herencia si no hay testamento?
Cuando no existe un testamento que especifique cómo se deben distribuir los bienes, se aplican las leyes de sucesiones intestadas. En este caso, se establece un orden de prioridad para los herederos legales. Por lo general, los descendientes más cercanos, como los hijos, serán los primeros en heredar. Si no hay descendientes directos, el cónyuge y otros parientes pueden tener derechos hereditarios, siguiendo un orden establecido por la ley.
¿Quién es el primero en heredar?
En la sucesión intestada, los descendientes más cercanos, como los hijos, son los primeros en la línea para heredar. Si no hay hijos, el cónyuge sobreviviente tiene prioridad. Si no hay cónyuge ni hijos, la herencia pasará a otros parientes más lejanos de acuerdo con el orden de prioridad establecido por las leyes de sucesiones en España.
Periodista, Content Manager y Copywritter.
Graduada en Periodismo por la Universidad de La Laguna.
Con título de Máster en Comunicación Audiovisual para la Era Digital en la Universidad Complutense de Madrid.
