¿Qué significa interés simple?
Uno de los conceptos económicos que más peso tienen en la actualidad es el de los intereses y en Soluciona Mi Deuda te lo explicamos. De hecho, aunque nos solemos olvidar con facilidad, los intereses no sólo son importantes cuando queremos pedir una determinada cantidad de dinero a nuestro banco –teniendo en cuenta que indican cuánto nos va a costar que la entidad nos deje su capital– sino también el porcentaje que podemos ganar siempre que realicemos una inversión o tengamos una cuenta bancaria abierta.
Así, aunque los intereses de un préstamo personal son una de las cuestiones a tener más en cuenta cuando solicitas un crédito, hoy nos vamos a centrar en los intereses opuestos: aquellos que determinan la rentabilidad que sacamos a nuestro dinero. Estos pueden ser de dos clases diferentes: están los intereses simples y los compuestos. Como estos últimos ya los hemos tratado en una entrada diferente de nuestro blog, hoy nos toca hablar de los primeros.
Comenzamos por lo básico: ¿Qué es el interés simple? Básicamente, se trata de un porcentaje que se aplica sobre una determinada cantidad de dinero. Dicho porcentaje puede ser del 2%, del 3%, del 5%… pero permanecerá invariable a lo largo del tiempo. Esta característica es la que diferencia a un interés simple y compuesto, ya que con estos la cantidad de intereses sí que se irá modificando cada ciertos periodos.
Además, otra diferencia entre el interés simple y compuesto radica en la rentabilidad que se puede obtener del dinero. Al irse recalculando, los intereses compuestos tienen un efecto multiplicador, de forma que cuánto más tiempo vayas ahorrando y cuánto más dinero acumules, mayores llegarán a ser tus beneficios. Por el contrario, el dinero no supondrá tantos beneficios con un interés simple, teniendo en cuenta que van a permanecer igual.
De esta forma, podemos definir las tres características principales del interés simple:
- El capital que hemos añadido inicialmente a la cuenta bancaria o al fondo de inversión permanecerá siempre igual.
- Igualmente, los intereses sobre la cantidad de capital serán iguales a lo largo del tiempo, ni aumentan ni disminuyen.
Con estas características básicas vistas, vamos a ver cómo es posible calcular el interés simple.
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¿Cómo se calcula el interés simple?
Simplemente aplicando la fórmula del interés simple:
I = C · i · t
Dónde:
- I hace referencia al interés simple
- C hace referencia al capital
- i hace referencia a la tasa de interés
- T hace referencia al tiempo
De la propia fórmula sacamos los cuatro factores determinantes de los intereses simples:
- El capital, fundamental para comenzar con el ahorro o con la inversión que queremos hacer. Ten en cuenta que puedes ir añadiendo mes a mes más dinero a la cantidad inicial con el objetivo de conseguir muchas más ganancias.
- El tiempo: cuánto más tiempo se ahorre, mayores serán los beneficios que se puedan obtener. De hecho, cuanto antes empieces a ahorrar, más serán los beneficios cuanto el periodo de ahorro finalice.
- La tasa de interés, determinada por la entidad bancaria y que ha de ser lo más elevada posible. Cuántos más altos sean los intereses, mayores serán los beneficios.
Veamos cómo calcular el interés simple con ejemplos: imagina que cuentas con unos ahorros que ascienden a 5.000 euros, y que los inviertes a un interés del 4% a lo largo de 50 años. Gracias a todos estos datos podemos calcular el interés simple, pero también la cantidad de ahorro total que conseguiríamos en el tiempo mencionado: 15.000 euros.
Ahora bien, ¿qué ocurriría si estuviésemos hablando de intereses compuestos? Que el dinero total que obtendríamos al final de nuestro periodo de ahorro sería casi el doble: de 30.533 euros en total. ¿Por qué ocurre esto? Porque como te hemos contado antes, con los intereses compuestos el dinero se va acumulando a medida que pasa el tiempo, y sobre las nuevas cantidades de dinero se aplican los intereses. Echemos un vistazo a la fórmula de los intereses compuestos:
Dónde los valores corresponden con:
- CF: capital final
- CI: capital inicial
- I: intereses
- T: tiempo
Como ves, el tiempo es un factor exponencial. Lo que implica que a medida que este avance, el crecimiento del capital final también será exponencial: crecerá más despacio al principio, pero más tarde se disparará, hasta llegar a doblar la capacidad de los intereses simples.
De ahí que sea mucho más recomendable plantearte la opción de los intereses compuestos si estás planeando ahorrar. Aun así, en Soluciona Mi Deuda te recomendamos que antes de hacerlo contactes con un experto financiero para asegurarte de que estás tomando la decisión correcta.
Y si tienes deudas o préstamos pendientes por pagar, no dudes en contactar con nosotros para mejorar tu salud financiera y tu capacidad de ahorro. Utilizamos mecanismos como la reunificación o la Ley de Segunda Oportunidad para ayudar a particulares y a autónomos a ponerle fin a su sobreendeudamiento, y nuestros abogados y asesores se encargan de negociar con las entidades bancarias para conseguir los máximos descuentos en las deudas. Lláma a Soluciona Mi Deuda de forma gratuita o rellena este formulario para que podamos comenzar a trabajar juntos.
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