Para solicitar una hipoteca, firmar un alquiler o contratar suministros para un proyecto empresarial, es probable que el banco, el arrendador o el proveedor en cada caso te exija aportar un avalista. Si te han pedido presentar un aval y no sabes exactamente qué es ni qué implicaciones tiene, te invitamos qué leas atentamente este post. Te explicamos todo lo que necesitas saber acerca de qué es un aval y nos centramos en los avales bancarios. ¡Quédate leyendo! Conocer toda la información sobre qué es un aval bancario te llevará poco tiempo y te servirá para pedir la financiación que necesitas. ¡Empezamos!
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Comenzamos respondiendo qué significa aval. En derecho bancario, un aval es una garantía de cumplimiento de una obligación, casi siempre económica. Implica la figura del avalista quien asume el compromiso de afrontar las obligaciones del avalado cuando éste no lo hace. En caso de incumplimiento, la parte acreedora podrá exigir el pago al deudor o al avalista -sin preferencias- que tendrán que responder con sus bienes presentes y futuros hasta saldar el importe debido.
El aval bancario, en concreto, es un tipo de aval en el que la garantía de pago es asumida por una entidad financiera quien se compromete a respaldar al cliente en caso de impago a un tercero. A diferencia de los avales personales, estos avales suelen incluir comisiones que dependen del riesgo de la operación.
Qué se solicita en un aval
Desde hace unos años, en el catálogo de productos financieros de un banco podemos encontrar avales. Con este producto, el banco se responsabiliza de un posible impago en el que incurra el solicitante. Por tanto, asume riesgos, al igual que al conceder un préstamo. En este caso, la entidad no tiene que desembolsar dinero en el momento y, por norma general, no tendrá que llegar a hacerlo pero aún así, pide a los usuarios cumplir con una serie de requisitos muy similares a los de otras operaciones de activos. Entre ellos están:
- Ser cliente del banco.
- Ser solvente.
- Contar con un endeudamiento sano. Es decir, haber cumplido con los pagos de sus deudas y no haber incurrido en impago.
Cumpliendo los puntos anteriores y aportando documentación específica, hay muchas posibilidades de que el banco acepte ser avalista. Habitualmente, los particulares que solicitan un aval bancario lo necesitan para contratos de alquiler. Por eso, además, de reunir los requisitos es fundamental que proporcionen los datos concretos del inmueble a alquilar, del dueño y el importe a avalar.
Ahora bien, si no cuentas con la solvencia necesaria y tu nombre figura en el fichero de morosos de ASNEF, tu solicitud de aval bancario será sin duda denegada ya que la entidad no querrá correr grandes riesgos. En estos casos, antes de pedir al banco que te avale, apóyate en expertos que te ayuden a resolver tus deudas pendientes. Consulta a Soluciona Mi Deuda.
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Responsabilidad del avalista
Al firmar como avalista, la entidad bancaria adquiere una serie de responsabilidades. La principal consiste en asumir los compromisos que tiene la persona avalada con terceros.
Cuando el avalado deja de pagar su deuda o incumple alguna condición de su contrato, el acreedor puede ejecutar el aval y el avalista tendrá la obligación de responder con el coste económico que conlleve.
Si en tu situación eres avalista y no puedes pagar, te recomendamos que junto con la persona que avalas trates de hallar una solución para cumplir con las obligaciones cuanto antes. Existen distintas alternativas como la reunificación de deudas y negociación con las entidades que permitirán al deudor solucionar el impago pagando menos al mes y en total. Con mecanismos como este podrán evitar que ambos sufran consecuencias como el embargo por el incumplimiento de la deuda.
Tipos de avales
Un aval bancario no siempre es financiero. De este tipo solo son las garantías en las que el banco respalda a su cliente ante el impago. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, el aval solidario.
Por otro lado, hay también avales técnicos, que consisten en que el banco pague cuando se incumplen obligaciones no relacionadas con el pago. Este tipo de avales se utilizan, por ejemplo, en contrataciones públicas, en las que el avalado es responsable de finalizar una obra o del abastecimiento de suministros.
Asimismo, cabe mencionar el preaval. Se trata de que el banco se compromete a ejercer como avalista bancario cuando se produzcan determinadas circunstancias.
En esta guía te descubriremos como negociar las deudas para que pagues menos por ellas.
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Vigencia del aval
Al solicitar un aval bancario es importante que preguntes al banco cuál será la duración prevista de la garantía. Habitualmente esta duración se pacta entre las partes, siendo, en muchos casos, indefinida, es decir, que no caduca ni tiene una fecha de fin específica. Por norma general, la responsabilidad del avalista cesa cuando el deudor ha reembolsado la totalidad del capital y pagado los intereses correspondientes al acreedor.
Recuerda que tanto si tienes deudas pendientes de pago como si eres avalista y no puedes pagar, existen maneras realmente eficaces de resolver el bache financiero por el que pasas. En Soluciona Mi Deuda te ofrecemos asesoramiento legal y financiero para que acabes con tus deudas de la mejor manera. Miles de personas ya han confiado en nosotros y han vuelto a respirar tranquilos gracias a mecanismos como la reunificación o la Ley de la Segunda Oportunidad. A ti también te podemos ayudar si nos contactas a través de nuestro formulario o al teléfono 910916445. ¡Es gratis y sin compromiso!
Preguntas frecuentes
¿Cuánto cobra un banco por un aval bancario?
Los avales bancarios tienen precio. Los bancos cobran por ejercer de avalistas ya que asumen riesgos en caso de incumplimiento de una obligación. Habitualmente el coste de un aval bancario se compone de comisiones y otros gastos.
- Las comisiones que se pagan suelen ser las de apertura, estudio e intervención ante notario, además de la principal que es la comisión por riesgo. Juntas, las comisiones equivalen aproximadamente al 1,5% de la garantía.
- Adicionalmente, la contratación de un aval bancario incluye otros gastos que son ajenos al banco pero que están vinculados a la operación. Por ejemplo, formalizar la escritura pública.
Ahora bien, el precio del aval no es fijo pues depende del riesgo que asuma el banco. A la hora de establecer comisiones el banco tiene en cuenta principalmente los factores de plazo y cuantía de la operación.
¿Cuánto cuesta un aval bancario de 10.000 euros?
El precio de un aval bancario se conforma en función de varios factores principales como el importe, la duración o la finalidad de la operación que se avale. Es decir, en función que la cantidad que el banco vaya a respaldar, el periodo que cubre y si se va a responsabilizar el pago de un alquiler o de un préstamo, por ejemplo.
Para que te hagas una idea, los bancos que ofrecen este tipo de aval suelen establecer comisiones mensuales en función del importe. Por ejemplo, SmartBank del Banco Santander) no cobra comisiones durante los tres primeros meses pero a partir del cuarto por un aval bancario de 10.000 euros cobra 44€ mensuales, además, de otros gastos derivados.
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