¿Cómo cerrar una empresa? Cerrar una empresa es una decisión importante y, en muchos casos, difícil. No basta con dejar de facturar o devolver las llaves del local: hay trámites legales, deudas que resolver, impuestos que declarar y cuentas que dejar cerradas.
Si no se hace bien, pueden aparecer problemas más adelante como sanciones, requerimientos con Hacienda o responsabilidades legales que creías haber dejado atrás.
Pensemos en una empresa en la que los socios deciden cerrar, pero no saben por dónde empezar. ¿Deben liquidar primero los activos? ¿Qué pasa con los trabajadores? ¿Cómo se reparten las deudas? En este artículo te explicamos todos los pasos para cerrar una empresa, dar de baja un negocio y, en definitiva, cómo cerrar una empresa.

En esta guía aprenderás cómo frenar el embargo de tus deudas y proteger tu salario y propiedades.
¿Cómo cerrar una empresa?
Comenzamos explicando cómo cerrar una empresa correctamente y detallando concretamente cuáles son los pasos para cerrar una empresa. ¡Atento!
Dar de baja la actividad
Lo primero que tenemos que hacer es dar de baja un negocio. Comunica a Hacienda que tu empresa dejará de operar. Para eso debes rellenar el modelo 036. Esto te librará de seguir presentando declaraciones trimestrales de IVA, aunque todavía tendrás que presentar el Impuesto de Sociedades y las cuentas anuales si corresponde.
Acuerdo de disolución o concurso de acreedores
Si la empresa no tiene deudas, los socios pueden reunirse y acordar de forma voluntaria cerrarla. Pero si hay dudas pendientes y no se pueden pagar, habrá que iniciar un proceso legal llamado concurso de acreedores para autónomos y microempresas. Es una forma de cerrar la empresa cuando no hay dinero para cubrir lo que se debe.
Balance de cierre
Una vez estén las cuentas actualizadas, se prepara un documento que muestra todo lo que queda en la empresa: dinero, bienes, deuda, etc. Este balance servirá para repartir, si queda algo, entre los socios.
Escritura de disolución ante notario
Para que el cierre tenga validez legal, se necesita ir al notario. Allí se firma un documento que confirma oficialmente que la empresa se disuelve y se liquida. Es como hacer el proceso contrario al de cuando la empresa se creó.
Pagar Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales
Si al cerrar la empresa los socios se reparten bienes o dinero, hay que pagar un impuesto del 1% sobre el valor de lo recibido.
Inscribir el cierre en el Registro Mercantil
Una vez hecho lo anterior, hay que llevar la escritura firmada al Registro Mercantil. Así se deja constancia oficial de que la empresa ya no existe.
Avisar a la Agencia Tributaria
También es necesaria entregar toda la documentación correspondiente a Hacienda. Además, para cerrar del todo, la empresa debe estar al día con sus impuestos de los últimos cuatro años.
Declaración de los socios en el IRPF
Los socios tienen que declarar en su renta personal (IRPF) si han tenido alguna ganancia o pérdida al cerrar la empresa, por ejemplo si han recibido dinero o bienes.
Plusvalía municipal
Si la empresa tenía propiedades como locales u oficinas, es posible que haya que pagar el impuesto de plusvalía, que se aplica cuando se vende o transmite un inmueble como ganancia.

Motivos por los que cerrar una empresa
Ahora que ya sabes cómo cerrar una empresa y cuales son los pasos para cerrar una empresa, veamos cuáles son los motivos para dar de baja un negocio. Cada empresa es diferente, pero hay algunas razones comunes por las que muchas acaban cerrando, incluso cuando todavía tienen deudas. A veces es una decisión voluntaria, y otras es la única salida posible. Estas son las causas más habituales por las que una sociedad decide poner fin a su actividad:Problemas financieros
Cuando el dinero no alcanza, es difícil seguir adelante. Muchas empresas acumulan pérdidas y pierden liquidez, es decir, ya no tienen efectivo para pagar a proveedores, empleados o impuestos. Si tampoco pueden conseguir financiación de los bancos, la situación se complica y muchas optan por cerrar antes de endeudarse más.Problemas internos
No siempre es cuestión de dinero. A veces hay problemas en la organización: falta de piezas o materiales para trabajar, errores en la producción, equipos poco preparados o simplemente una mala gestión interna.Cambios en las leyes
Algunas empresas cierran porque las normas cambian y ya no pueden seguir operando como antes.
Con esta guía podrás decidir la reunificación de deudas que mejor se adapte a tu situación, y agrupar todas tus cuotas en una sola de menor cantidad.
¿Cómo cerrar una empresa con deudas?
Es importante tener en cuenta que cerrar una empresa con deudas no las elimina automáticamente, por lo tanto no se puede cerrar una empresa sin pagar deudas. Si no se gestionan correctamente, los acreedores podrían reclamar el pago al empresario y a su patrimonio personal.
Por eso, antes de tomar cualquier decisión, es fundamental analizar bien la situación y conocer las alternativas disponibles.
Cuando se ha analizado la situación y no existen opciones viables de continuidad, llega el momento de valorar cómo cerrar una empresa de forma ordenada y legal, teniendo en cuenta si existen o no deudas pendientes.
Liquidación ordenada
La liquidación ordenada se da cuando no hay deudas importantes. Si la empresa no tiene pasivos o puede hacer frente a ellos, puede cerrarse sin necesidad de acudir a los tribunales. Se trata de pagar todo lo que se debe y, una vez saldadas las cuentas, presentar la baja en los registros correspondientes.
En el caso de sociedades, hay que llevar a cabo el proceso de disolución, liquidación y extinción de forma oficial, generalmente ante notario y con la aprobación de la Junta de socios o accionistas.
El principal inconveniente es que el empresario debe contar con recursos suficientes para pagar todas las deudas pendientes antes de cerrar, algo que no siempre es posible.
Concurso de acreedores
Si la empresa está en situación de insolvencia y ninguna de las vías anteriores es viable, el concurso de acreedores voluntario es la única vía legal para cerrar una empresa con deudas.
Este procedimiento judicial permite gestionar el cierre del negocio de forma ordenada, con el objetivo de que los acreedores cobren lo posible y, si es factible, intentar que la empresa siga funcionando.
En este proceso:
- Se requiere la asistencia de abogado y procurador.
- Se suspenden los pagos y embargos mientras dura el proceso.
- Se puede negociar con los acreedores quitas (reducción de deuda) o esperas (aplazamientos).
- La empresa debe justificar su situación de insolvencia, presentar documentación y cumplir con obligaciones fiscales y contables.
El concurso debe solicitarse en cuanto se tiene constancia de la insolvencia, ya que no hacerlo puede acarrear consecuencias legales, como que el procedimiento se considere culpable, lo que puede afectar directamente al empresario.
Cerrar una empresa sin pagar deudas no es una decisión sencilla ni un proceso automático. Existen diferentes vías y herramientas legales que deben valorarse cuidadosamente, siempre con el apoyo de abogados expertos en insolvencias y reestructuraciones.
Una buena decisión a tiempo puede evitar problemas mayores y, en algunos casos, incluso permitir que la empresa se recupere.

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¿Cuánto cuesta cerrar una empresa?
Ya hemos visto todo lo que debes saber sobre cómo cerrar una empresa, ahora vamos a explicar cuánto cuesta cerrar una empresa.
Si quieres cerrar una empresa y dar de baja en el Registro Mercantil es importante tener en cuenta que hay varios costes asociados al proceso de disolución y liquidación.
Gastos notariales
Para formalizar el cierre de la empresa es necesaria una escritura pública. El coste del notario suele estar entre 600€ y 1.200€, según la operación.
Registro Mercantil
La inscripción de la disolución y liquidación en el Registro también implica tasas, que normalmente van de 300€ a 600€.
Honorarios de abogado o asesoría
El precio final dependerá del tipo de empresa y de si el proceso es sencillo o tiene complicaciones (deudas, conflictos entre socios, auditorías, etc.). En general, los costes por cerrar una empresa oscilan entre 2.000€ y 6.000€.
Ten en cuenta que estos precios pueden subir si el proceso requiere pasos adicionales o tareas más complejas y que existen mecanismos legales como el concurso de acreedores para autónomos y microempresas.
Como has visto, cerrar una empresa no es simplemente echar el cierre y entregar las llaves. Es un proceso legal complejo que implica cumplir con una serie de obligaciones fiscales, laborales y mercantiles.
Desde la disolución formal ante notario hasta la liquidación de activos y la baja en el Registro Mercantil, cada paso requiere tiempo, recursos y documentación precisa. Además, si hay deudas pendientes o conflictos entre socios, la situación puede complicarse aún más, lo que hace fundamental contar con asesoramiento especializado.
En estos casos, tener el apoyo de profesionales legales y financieros es clave para evitar errores costosos y garantizar que el cierre se realice correctamente. Y si la empresa atraviesa una situación económica crítica pero aún tiene posibilidades de recuperarse, existe un mecanismo legal que puede marcar la diferencia: el concurso de acreedores. Este procedimiento permite reestructurar deudas y ganar tiempo para intentar salvar el negocio, ofreciendo una alternativa viable antes de optar por el cierre definitivo.
Si necesitas más información sobre este proceso, Soluciona Mi Deuda puede ayudarte. Llámanos al 910916445 o, si lo prefieres, rellena el formulario y nos pondremos en contacto contigo enseguida.
Este artículo ha sido escrito por Olga Campello, abogada especializada en derecho bancario y procesal.
Preguntas frecuentes sobre cómo cerrar una empresa
¿Puedo cerrar una empresa con deudas y abrir otra?
¿Cuánto me tienen que pagar si cierra la empresa?
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