Los tipos de préstamos para pagar deudas pequeñas
Si alguna vez has pedido uno o varios préstamos personales puede que te hayas encontrado en una encrucijada al ser incapaz de afrontar el pago de las cuotas de alguno de ellos. Lejos de lo que pudiera parecer, se trata de una situación bastante común en la que la primera idea de los clientes suele ser solicitar otro préstamo personal para pagar estas deudas. Para ello recurren en algunos casos al préstamo personal de Reddo Credit, al de Codifis u otras entidades con requisitos flexibles. Sin embargo, este recurso casi nunca llega a resultar eficaz. ¿Por qué? Porque por mucho que quieras evitar el impago, pedir un préstamo para pagar deudas (aunque sean pequeñas) sólo conseguirá que estas aumenten de manera considerable, entrando en un círculo vicioso del que cada vez te será más difícil salir.
Como queremos explicarte en este post, pagar deuda con más deuda nunca es una solución, pero verás que existen ciertas alternativas al sobreendeudamiento mucho más beneficiosas para acabar con tus deudas tanto a corto como a largo plazo. Si quieres saber más acerca de ellas, sigue leyendo.
Con esta guía podrás decidir la reunificación de deudas que mejor se adapte a tu situación, y agrupar todas tus cuotas en una sola de menor cantidad.
¿Qué tipos de deudas pequeñas existen?
Si te estás planteando pedir préstamos con deudas, quizás también te preguntes qué tipos de adeudos existen para así saber exactamente cual es tu salud financiera y cómo mejorarla. Ahora bien, lo cierto es que no hay una manera exacta de medir si la cantidad de dinero que debes es pequeña o grande, aunque puedes entender la situación económica en la que te hayas actualmente prestando atención a varios factores:
- La primera pista útil para determinar si tus deudas no son tan pequeñas como parecen es que estas superen el 40% de tus ingresos. Te ponemos un ejemplo muy fácil de entender: si en este momento ganas alrededor de 1000 euros al mes y estás pagando por tus créditos o tus préstamos personales más de 500 euros, estás empezando a estar en sobreendeudamiento. ¿Qué significa esto? Que la mayoría de tus ingresos están destinados a pagar deudas, cosa que te dificulta la vida al obligarte a renunciar a cosas tan básicas como ir al cine, salir a cenar o hacer frente a ciertos gastos básicos. Por ello, en este caso es fundamental entender que contratar un nuevo préstamo sólo va a conseguir que llegues más ahogado a fin de mes.
- Ya has solicitado con anterioridad un préstamo para reunificar deudas (o has llegado a planteártelo). Ni la reunificación ni la refinanciación funcionan para salir del sobreendeudamiento, por lo que esta acción sólo ha podido empeorar tu situación financiera de forma notable. Y aquellas deudas que en un principio eran pequeñas han pasado a ser demasiado grandes.
- Utilizas los préstamos para financiar las tarjetas de crédito con las que gestionas todos tus gastos mensuales. Y peor aún si se trata de tarjetas revolving, con las que es posible retrasar el pago de tus compras asumiendo una serie de intereses. Piensa que si haces esto, estás cayendo en una situación de sobreendeudamiento extrema, porque las cuotas de tus préstamos se juntarán con los intereses de las tarjetas hasta incrementar tus gastos de manera considerable. Además, este tipo de tarjetas están sujetas a usura, por considerar que atentan contra los derechos de las personas que las contratan.
- Eres cliente de varios bancos, y con cada uno de ellos tienes contratados diferentes préstamos personales. Si este es tu caso, es esencial que tengas claro cual es la cantidad a deber en cada entidad y gestionar tus finanzas de una forma adecuada.
Todas estas son señales de alerta que pueden indicar si tus deudas están dejando de ser pequeñas y se están descontrolando de manera excesiva. Aún así, para hacer toda esta lista mucho más real podemos confirmarte que si tus impagos ascienden hasta los 10.000 euros, el volumen de deuda que has contraído es bastante malo.
Sal de la espiral del sobreendeudamiento y recupera una economía firme
Clases de préstamo para pagar deudas pequeñas
No son los mismos los préstamos para pagar deudas grandes que pequeñas. Probablemente los primeros préstamos para la cancelación de deudas pequeñas que se te vendrán a la cabeza son los famosos microcréditos (o préstamos rápidos), caracterizados por ofrecer la posibilidad de conseguir una pequeña cantidad de dinero en muy poco tiempo. Sin embargo, todas las supuestas ventajas de estos productos financieros acaban jugando en contra del cliente, porque implican un aumento considerable no sólo de las cuotas, sino de los intereses a pagar.
De hecho, los bancos tradicionales no suelen ofrecer microcréditos dentro de sus servicios, por lo que los clientes se ven tentados a recurrir a entidades financieras como MyKredit, Nexu o Cofidis, caracterizadas por tener unos intereses absolutamente abusivos. Para que te hagas una idea, si solicitas en MyKredit un préstamo para pagar deudas de 400 euros a devolver en cuatro meses, el TAE será de un 2932%. Por descontado, este porcentaje es reclamable de manera judicial por considerarse usurero, de forma que el cliente puede recuperar el dinero estafado por dichas financieras.
Descartada esta opción, podrías estar tentado a recurrir a préstamos para unificar deudas, también conocidos como reunificación o refinanciación. Estas dos alternativas son útiles sólo en situaciones muy determinadas, en las que las personas tienen claras que su situación financiera es lo suficientemente solvente como para asumir las nuevas cuotas e intereses. Además, ambas requieren normalmente de la existencia de un aval o una garantía inmobiliaria, lo que obliga al solicitante a poner en riesgo su casa o la de algún familiar.
¿Cómo es posible, entonces, acabar con esas deudas pequeñas que están empezando a trastocar nuestra salud financiera? La respuesta es muy sencilla: ahorrando. Los préstamos para cancelar deudas no existen, porque en realidad lo único que estarás haciendo al contratar uno es pagar deuda con más deuda, sumergiéndote tanto en la espiral de sobreendeudamiento que al final te será imposible salir del impago. Ahora bien, si juntas la cantidad de dinero suficiente como para afrontar esas deudas, podrás acabar con ellas de manera directa. Y esto sólo se consigue recurriendo a una renegociación, una solución basada en tres partes:
- Reunificar las cuotas de todos tus préstamos en una sola, adaptando la cantidad a que pagas a tu situación financiera. Lo que consigues con esto es ahorrar cierta cantidad de dinero al mes, que irá destinada íntegramente a finalizar con tus deudas de una vez por todas.
- Reclamar y renegociar los importes a pagar, de lo que se encargaría por completo un equipo de abogados expertos. En esta etapa, el banco se verá obligado a reducir las cuotas que te cobra gracias a la intervención de un experto jurídico que se encargará de intervenir y negociar para conseguir el acuerdo más beneficioso para ti.
- Ofrecerte una cobertura legal completa: para asegurarnos de que si las entidades se deciden a demandarte, tu estés protegido y esta demanda no pueda afectarte de ningún modo.
Generalmente, gracias a la renegociación el porcentaje de descuento en tus deudas negociables será de un 70%, lo que tanto a corto como a largo plazo va a ser mucho más útil para acabar con las deudas que contratar un nuevo préstamo.
Si quieres saber más acerca de la renegociación, puedes llamarnos de manera gratuita, o rellenar el formulario para que sea uno de nuestros agentes el que se ponga en contacto contigo. En Soluciona Mi Deuda tenemos una amplia experiencia acabando con el sobreendeudamiento de un gran número de clientes, ya sea por medio de la reunificación o utilizando la Ley de la Segunda Oportunidad.
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