¿Cuándo y cómo pedir un préstamo para financiar los estudios?

En qué circunstancias pedir un préstamo para estudios

Como cualquier tipo de financiación, es imprescindible estar completamente seguros de que vamos a poder reembolsar el préstamo estudios sin problemas antes de solicitarlo. Es por ello que, para saber en qué circunstancias pedir estos préstamos debemos llevar a cabo una tarea previa de valoración de nuestras finanzas que nos ayude a evitar el endeudamiento y sus desagradables consecuencias.

Ahora bien, sabemos que este tipo de préstamo se dirige a un público que, generalmente, no puede justificar unos ingresos con nómina pues no tienen trabajo o no cuentan con la estabilidad laboral suficiente. Por ello, para acceder a la mayoría de los préstamos de estudio no se exige al solicitante recibir dinero en su cuenta bancaria de manera regular, ni que presente un contrato de trabajo para demostrar su solvencia. No obstante, es muy probable que el banco o entidad financiera requiera de otro tipo de garantías como un aval que les aseguren recuperar el capital prestado.

En este punto, debemos tener muy en cuenta las implicaciones del aval si caemos en impago, pues será quien se haga cargo del pago de la financiación si nosotros no podemos afrontarla.

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Intereses derivados y aspectos a considerar

Un préstamo para estudios suele tener aplicado un interés bajo a diferencia de otros préstamos personales destinados a finalidades varias, sin embargo, debemos tener en cuenta que cada entidad establece sus propias condiciones por lo que los intereses dependen directamente de cada financiera.

Para que te hagas una idea, la Tasa Anual Equivalente (TAE) media de estos productos suele encontrarse entre el 3% y el 6%, mientras que otros créditos al consumo pueden superar la media de un 8%.  

Asimismo, debemos prestar especial atención a las comisiones que pueda incluir la financiación -de apertura o cancelación anticipada, entre otras-, y a las condiciones de vinculación. Estas últimas pueden exigir que el cliente deba abrirse una cuenta corriente y utilizar una tarjeta. En este punto, es importante revisar que estas vinculaciones no supongan costes extras. 

Por otro lado, un préstamo estudio suele llevar algunas ventajas como plazos extensos -de hasta 10 años, incluso- carencias, flexibilidad de devolución y hasta intereses del 0% en entidades puntuales. 

No obstante, aunque estemos decididos a adquirir un préstamo estudios, tenemos que tener en cuenta los requisitos que debemos reunir para que nos concedan la financiación que queremos. Si bien es cierto que los requisitos de un crédito para estudiar son menos exigentes que los de otro tipo de productos y financiaciones, es fundamental cumplir con las condiciones para que la solicitud resulte aprobada. Los más comunes son:

• Tener más de 18 años. – Si el préstamo está destinado a los estudios de un menor, serán los padres o tutores quienes se deban encargar de pedir el préstamo como titulares. 
• Aportar justificantes. – Al tratarse de un préstamo para un fin específico, las entidades requieren que se presente un documento acreditativo de la matrícula para poder acceder al capital solicitado.
• Recibir ingresos. – Aunque nos pidan demostrar ingresos con los que hacer frente a las cuotas del crédito, existen algunas excepciones:
  • Si no contamos con ingresos, pueden pedir que un familiar solicite la financiación. Asimismo, aunque no son tan usuales, algunas entidades conceden un préstamo de estudios sin ingresos a aquellos estudiantes de carreras con salidas profesionales más aseguradas como medicina o ingenierías. 
  • Si no poseemos ingresos regulares y son poco estables, pueden requerirnos que aportemos un aval. 
  • Si solicitamos un anticipo de beca, pueden concedernos el dinero sin ingresos ni avales pero tan pronto como recibamos la beca, se transferirá al banco o entidad para reembolsar el préstamo. 
• Residir en España. – Para comprobarlo nos pedirán disponer de DNI en vigor. Asimismo, ten en cuenta que si el préstamo se emplea para una formación en el extranjero, normalmente no habrá problemas pues se trata de un traslado temporal.
• No tener deudas previas ni aparecer en ficheros de morosidad como ASNEF o RAI. – Aunque se trate de deudas con pequeñas empresas o compañías telefónicas, muy seguramente la financiera rechazarán la solicitud. Es lógico que esto ocurra pues si no puedes pagar una deuda -por pequeña que sea- en el presente, difícilmente lo podrás hacer en el futuro. Además, nunca es conveniente solicitar un préstamo cuando nos encontramos en impago pues solo servirá para que acumulemos intereses y que tanto nuestra deuda como nivel de sobreendeudamiento crezcan.

Si quieres salir de ASNEF, la única manera es pagando lo que debes. Ponte en contacto con profesionales con experiencia en reunificar tus deudas y negociar con las entidades. Con ellos podrás conseguir un descuento que te ayude a pagar en función de tu situación financiera. También podrás acogerte a la Segunda Oportunidad, siempre y cuando reúnas ciertos requisitos.