¿Cómo negociar reunificación de deudas con Liberbank (ahora Unicaja Banco)?

¿Qué es la reunificación de deudas?

Una reunificación de deudas consiste en pedir un préstamo personal con el objetivo de acabar con cada una de las deudas pendientes para pasar a pagar unas cuotas mucho menores al mes. De esta forma se pretende que el cliente sienta cierto alivio en su situación financiera inmediata, pero la cantidad de intereses que tendrá que pagar a lo largo del tiempo será muchísimo mayor. 

De ahí que una reunificación de deudas con un banco sea un proceso ambivalente: tiene el mismo número de ventajas que de desventajas, ya que en el fondo consiste únicamente en pagar deuda antigua con una deuda nueva que se acaba de contraer. Por ello, podríamos decir que reunificar las deudas (por ejemplo, por medio de Liberbank-Unicaja Banco) es la última oportunidad del cliente para acabar con su sobreendeudamiento, ya que si esta no funciona entrará en una espiral de la que salir le será cada vez más difícil. 

Normalmente, por medio del dinero que obtenga con el crédito de reunificación el cliente podrá acabar con todos los pagos que tiene pendiente con las entidades, e incluso una deuda con Hacienda (o cualquier otro organismo público). Además, no existe una cuantía mínima y máxima de dinero a deber necesaria para solicitar este tipo de préstamos, sino que es la entidad bancaria la que determina los valores de entrada y de salida de su propio crédito. 

Por otro lado, podría definir también una serie de factores que determinarán si un banco va a estar dispuesto a cederte su dinero para una reunificación. Y es que para las entidades bancarias va ser fundamental que puedas demostrar que vas a hacer frente al pago de las cuotas. Pero por si esto no ocurre, tendrás que ofrecerles varios tipos de garantías:

1. Puede ser una hipoteca, de forma que uno de tus muebles inmuebles o tu vivienda sirvan como justificante de que harás frente a las cuotas a costa de perder la propiedad que hayas utilizado como intermediario.
2. También podría ser un aval, o una persona que se encargue de pagar las cuotas en caso de que tú no puedas. De esta forma, el banco se asegura de seguir recibiendo su dinero sin preocuparse por el impago de su cliente.

Asimismo, si te preguntas cómo es posible acceder a una reunificación de deudas con ASNEF o con impagos previos, la respuesta puede ser un tanto negativa: va a ser muy difícil que una entidad financiera acceda a prestar tales cantidades de dinero a una persona con un historial crediticio que no es lo suficientemente bueno. Por ello, será necesario que recurras a ciertas alternativas a una reunificación bancaria, de las que te hablaremos en el último apartado. 

 ¿En qué casos iniciar el proceso de reunificación?

En la siguiente lista te vamos a detallar los aspectos más importantes antes de consultar tus deudas y proceder a una reunificación por medio de Liberbank:

1. Los clientes suelen plantearse la reunificación cuando perciben que el nivel de deuda se acerca bastante al de sus ingresos (alrededor de un 40%). Es decir, si tu salario ronda los 1.500 euros al mes, en ningún caso sería recomendable que las cuotas que pagas por tus deudas sean superiores a los 600 euros. Esta es una buena señal de alerta para plantearte buscar soluciones al sobreendeudamiento. 
2. Antes de comenzar con una reunificación bancaria es fundamental que te asegures de que no vas a incurrir en impago en tu préstamo de reunificación. Este es quizás el punto más importante de todo el post, porque como te mencionábamos en el apartado anterior si dejas de pagar este crédito deberás una cantidad de dinero enorme, que tu banco va a querer recuperar sí o sí. Para ello, comenzará con una campaña de acoso que puede ir desde llamadas telefónicas a emails, pasando incluso por demandas en los casos más extremos.
3. Has de asegurarte también de que cumples con todos los requisitos estipulados por la entidad, y de que podrás hacer frente a los gastos que se derivan del proceso: la comisión de apertura de tu nuevo préstamo de reunificación, los gastos de cancelación derivados de cerrar todos los créditos que tenías contratados o el hecho de que tengas que recurrir a una empresa de renegociación, encargada de llevar a cabo un reconocimiento de la deuda y a gestionar la finalización de las deudas con cada una de las entidades.